Como ya sabes, los rusos siempre han sido unos visionarios. Pocas veces han encontrado barreras para sus proyectos, para sus ideas y empresas, donde en ocasiones lo fantástico se entremezcla con lo político. Han sido líderes en la carrera espacial, una súper-potencia capaz de hacer temblar al mundo en más de una ocasión y un país grande y diverso donde los misterios y los secretos siguen fluyendo por las alcantarillas.
Fue en 2010 cuando sorprendieron al mundo con la noticia de que pretendían construir una nueva arca de Noé. Un hotel destinado, seguramente, a los personajes más selectos y distinguidos…
Un hotel para el fin del mundo
Viendo el diseño de este hotel, parece que el propio Julio Verne les hubiera vendido los planos de su idea en algún momento del pasado. Pero en realidad fue la empresa “Remistudio” y la “Unión Internacional de Arquitectos” quienes perfilaron este fantástico proyecto dentro de un programa muy especial: Arquitectura para la Atención de Desastres.
Pero, ¿qué desastres? Te preguntarás. Cualquiera, no importa: un ataque nuclear de una potencia enemiga, el calentamiento global, el aumento del nivel del mar, una hambruna mundial o una hecatombe zombie. No tenía importancia, Rusia deseaba tener un proyecto de estas dimensiones, un concepto de futuro y esperanza que, según el gobierno de Putin, puede permitirnos seguir existiendo como especie.
El Ark Hotel actuará como refugio en caso de desastre y como modo de vida, de subsistencia. Se trata de una estructura capaz de flotar en el agua y que podrá adaptarse a cualquier clima por extremo que sea. No presenta apenas ángulos ni salientes en su forma a modo de concha. Dispondrá de una excelente bioclimaticación y será completamente invulnerable a los terremotos. Toda una maravilla arquitectónica elaborada a base de tetrafluoroetileno, un material muy fuerte y transparente que resulta más ligero y económico que el propio vidrio.
Pero esto no es todo. Al disponer de una estructura transparente, la luz que se filtre hacia el interior será muy elevada. Esto, más un sistema único de energía, logrará acumular gran cantidad de aire caliente para proporcionar un suministro constante de energía para la instalación. Podrá crecer la vegetación, se dispondrán de increíbles zonas verdes donde las personas, gozarán de un ambiente agradable y óptimo donde subsistir. Todo parece estar bien planeado, bien previsto, aunque no podemos evitar preguntarnos a día de hoy, quién dispondrá de su propio billete para poder formar parte de esta “arca rusa” en caso de desastre…
De momento el proyecto sigue en marcha, esperando eso sí, que jamás nos veamos en la necesidad de disponer de este elitista refugio ni de ningún otro.
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