1. Abraham Lincoln
El 16º presidente de los Estados Unidos. Un personaje admirado por muchos y al que siempre se le achacó lo que en la época denominaban “tendencia a la melancolía“.
Abraham Lincoln, a pesar de transmitir una imagen de fortaleza, padecía cada cierto tiempo periodos de depresión que le dejaban muy débil, llevándolo incluso a tener pensamientos suicidas. No obstante, aseguran que esta misma enfermedad es la que le llevó a contar con ese afán de superación y esa voluntad de hierro que le caracterizaría hasta el fin de sus días.
2. Howard Hughes
Un genio de la aviación y de los negocios en general que no pudo evitar, sin embargo, sufrir lo que se conoce como misofobia, un miedo atroz a los gérmenes y las bacterias.
Esta fobia desencadenó en un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) que se manifestaba en manías tales como pedir a sus trabajadores que llevasen siempre las manos cubiertas cuando le sirvieran comida, a dormir únicamente en lugares absolutamente impolutos (descontaminados) y oscuros y a llevar paquetes de pañuelos de papel en los pies para evitar ensuciárselos. ¿Sabías que Hughes padecía este trastorno?
3. Ludwig Van Beethoven
Beethoven, un personaje fascinante y un compositor inigualable, a quién los expertos diagnostican un posible desorden bipolar. ¿Por qué? El hecho de que durante su prodigiosa infancia fuera apalizado y explotado por su padre no sólo pudo provocarle su posterior sordera, sino que pudo alterar la estabilidad mental de Ludwig.
Éste pasaba de periodos de intensísima creatividad y energía para al momento siguiente estar realmente deprimido y pasar a recluirse, para sufrir su personal calvario en soledad. Como muchas otras personas que sufrían este trastorno en su tiempo, intentaba pasar estas temporadas a base de alcohol y opio. No obstante, cabe destacar que este trastorno no fue un impedimento a la hora de desarrollar su brillante carrera y pasión.
4. Isaac Newton
La mente. El pensador que consiguió develar tantos enigmas y que, no obstante, los expertos son incapaces de determinar qué trastorno mental padecía en mayor medida, ya que era muchos los que lo aquejaban. Padecía brotes psicóticos a menudo y, tras el estudio de delirantes textos de su puño y letra, también se le ha diagnosticado un posible trastorno bipolar y esquizofrenia.
Padeciese lo que padeciese, los descubrimientos y reflexiones de este genio marcaron un antes y un después en la historia de la humanidad.
5. Winston Churchill
El emblemático Primer Ministro de Gran Bretaña decía estar en una lucha constante con su “perro negro“. Esta oscura criatura no representaba ninguno de sus oponentes bélicos, sino la depresión.
Igual que Lincoln, los expertos aseguran que este trastorno fue clave para desarrollar la determinación que lo llevaría a dirigir un país con firmeza hasta conseguir sus metas, dejando de lado sus padecimientos personales. Cabe destacar que Churchill también intentaba, como era común en la época, superar sus peores crisis con alcohol.
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